La Granda

Alimentos de Temporada: La Granada

Hoy en alimentos de temporada os hablaremos de la granada. La granada se consume al natural, y es una de las frutas que mejor se conserva una vez recogida dado que madura bien fuera del árbol, sin que ello afecte a sus propiedades nutritivas. Así, las granadas, guardadas en un lugar fresco y seco, pueden durar hasta seis meses. Las láminas o tabiques amarillentos que separan las vesículas de la granada es lo que le proporciona ese sabor amargo. Sin embargo, la granada es una fruta muy refrescante y sabrosa. El jugo de la granada se puede obtener fácilmente mediante un exprimidor de cítricos. En cuanto a la composición de la granada, destaca el 16,1% de hidratos de carbono. Asimismo, contiene un 80,4% de agua y un 2,26% de fibra. Además, dispone de una pequeña cantidad de proteína (0,69%) y tan solo un 0,6% de grasas.

En cuanto a las vitaminas, la granada es bastante rica en vitaminas C (7mg/100g), E (0.55µg/100g) y B6 (0.2mg/100g), y también contiene cantidades significativas de vitaminas B1 (0.05mg/100g), B2 (0.02mg/100g) y niacina (0.3mg/100g). Los minerales más abundantes en la granada son el potasio (238mg/100g), y el hierro (0.5mg/100g).

Dicho esto, hablaremos con mayor detalle de tres componentes no nutritivos destacables:

[custom_list style=»list-10″]
  • Taninos: contenidos en pequeña cantidad en la granada, se concentran en la corteza del fruto y en las láminas o tabiques amarillentos que separan los granos o vesículas. Los taninos ejercen una acción astringente y antinflamatoria en las mucosas del tracto digestivo.

  • Ácido cítrico y otros ácidos orgánicos: a ellos se debe el agradable sabor acidulado de la granada, y parte de su acción favorable sobre el intestino (contribuyen a regenerar la flora bacteriana intestinal).

  • Antocianinas: pigmentos vegetales de color rojizo o azulado, pertenecientes al grupo de los flavonoides. Actúan como antisépticos y antiinflamatorios en el conducto digestivo y frenan los procesos de envejecimiento y degeneración cancerosa. Además, ejercen también acción diurética.

Todos estos componentes otorgan a la granada las siguientes propiedades: astringente, antinflamatoria, remineralizante, alcalinizante y depurativa.

Efectos saludables de la granada

Por lo mentado anteriormente, las granadas son laxantes y diuréticas. Los dietistas-nutricionistas de Idou Psicología recomiendan el consumo de granadas especialmente en los siguientes casos:

[custom_frame_right] La Granada [/custom_frame_right]

  • Problemas intestinales: debido a su acción astringente y antiinflamatoria sobre el tracto digestivo, la granada conviene en casos de diarrea infecciosa debida a gastroenteritis o colitis. La granada también es beneficiosa cuando hay flatulencias y cólicos intestinales.

  • Acidez de estomago: dado el efecto astringente de la granada, frena la producción de jugo gástrico y logra desinflamar el estómago irritado.

  • Anemia por falta de hierro: la granada aporta oligoelementos que facilitan la absorción de hierro.

  • Arteriosclerosis: por su riqueza en flavonoides y en vitaminas antioxidantes (C y E), que detienen el proceso de envejecimiento arterial, la granada es recomendable en problemas de flujo arterial.

  • Hipertensión: por su riqueza en potasio y su déficit en sodio, la granada es conveniente en la dieta de personas con hipertensión.

  • Ácido úrico: la granada es diurética, es decir, aumenta la producción de orina y con ello facilita la eliminación de ácido úrico. Por ello, se recomienda el consumo de granada en caso de gota, exceso de ácido úrico y obesidad, por su efecto alcalinizante y depurativo.

Por todo lo ya mentado, la granada es una fruta sumamente recomendable como complemento a nuestra dieta y, aun más, en aquellos casos de los que ya hemos hablado como, por ejemplo, hipertensión o gota, entre otros. Así pues, ¡no dejéis escapar la oportunidad de comeros una deliciosa granada mientras aun estén de temporada!

Leave a Comment