Alimentos de Temporada: La Mandarina

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Hoy, en Alimentos de temporada, le dedicaremos el día a la mandarina. La mandarina es un fruto perteneciente a la familia de los cítricos. Es una de las fruta muy popular gracias a su sabor y debido a lo cómoda que es de transportar e ingerir en casi cualquier lugar. Sus propiedades nutritivas son similares a las de la naranja aunque la mayor parte de nutrientes se encuentran en proporciones inferiores debido a su tamaño. Por regla general, dos mandarinas equivalen, en términos de valor nutricional, a una ración de fruta.

Nutrientes de la mandarina

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  • Hidratos de carbono (azúcares): se encuentran en una proporción modesta (13,34g/100g). Los azúcares más abundantes en la mandarina son la sacarosa, la dextrosa y la levulosa.

  • Fibra: la mandarina contiene alrededor de un 1.8% de fibra vegetal de tipo soluble (pectina), cantidad relativamente importante tratándose de una fruta fresca. Sin embargo, debemos tener en cuenta que está fibra se pierde si consumimos la mandarina en forma de zumo.

  • Vitaminas: con sus 32.02mg cada 100g de vitamina C la mandarina es especialmente rica en carotenoides, responsable de su típico color. También predominan las vitaminas A (64.99mg/100g), B1 (0.06mg/100g), B6 (0.08mg/100g) y E (0.29mg/100g).

  • Minerales: El potasio y el magnesio son los minerales más abundantes en la mandarina, Sin embargo, también contiene cinc y calcio, aunque en menor proporción.

  • Ácido Fólico: con una proporción de 21.83mg/100g, actúa como antioxidante y es un nutriente necesario para que las defensas de nuestro organismo (glóbulos blancos o leucocitos) desarrollen su función.

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La mandarina contiene numerosas sustancias químicas que no pertenecen a ninguno de los grupos de nutrientes clásicos, pero que ejercen numerosas funciones en el organismo. A estas sustancias se las conoce como elementos fitoquímicos:

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  • Ácidos orgánicos (cítrico, entre otros): son los responsables del sabor ligeramente ácido de la mandarina. Estos ácidos producen la alcalinización de la sangre. La alcalinización de la sangre y de la orina facilita la eliminación de los residuos metabólicos que, en gran medido, son de tipo ácido, como por ejemplo el ácido úrico.

  • Otros: flavonoides, y limonoides principalmente, que actúan como potentes antioxidantes preventivos de afecciones cardiovasculares.

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En conclusión, podemos afirmar que la mandarina es una fruta que aporta una proporción importante de agua, vitaminas y minerales, por ello, su consumo favorece el buen estado de nuestro organismo. Así, la mandarina es un buen agente laxante, antioxidante, diurético y digestivo. Por todo ello, es especialmente recomendable para aquellas personas que padecen de afecciones cardíacas, intestinales, renales, gota y exceso de ácido úrico.

En conclusión, incorporar la mandarina a nuestra dieta, es adecuado por todo lo ya mentado y, porque no decirlo, ¡porque son especialmente apetitosas!

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