El Efecto Peor que la media

El Efecto «Peor que la media»

Hace unos días os hablamos del efecto Dunning-Kruger, o como los incompetentes no pueden reconocer su propia incompetencia. Hoy os hablaremos de la otra cara de la moneda, el efecto “peor que la media” o como las personas competentes no pueden reconocer su propia competencia.

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Cuando alguien es bueno en una tarea tiende a pensar que el resto de personas también lo son y subestima su propia habilidad. Así mismo, cuando se enfrenta a una tarea difícil en la que ni el ni sus pares son especialmente competentes o incompetentes, también subestima su propia habilidad. Kruger1 expuso que “cuando las personas se comparan con sus pares, se centran en sus propias habilidades y no tienen suficiente consideración por las habilidades de las personas con que se comparan”.

Moore2 expuso un ejemplo de este fenómeno: los estudiantes de la Universidad de Iowa creían que tan solo tenían un 6% de posibilidades de vencer a otros estudiantes en un trivial sobre la historia de Mesopotamia. Esta creencia era errónea en tanto en cuanto la dificultad era semejante para todos los estudiantes (partían del mismo conocimiento/habilidad) y, por tanto, la probabilidad de ganar tendía a un 50%.

Martin Hilbert3 ha apuntado en una publicación de 2012 que este sesgo cognitivo (y otros), puede ser explicado por un mecanismo de la Teoría de la Información, una rama de las matemáticas aplicadas y la computación. Según Hilbert el efecto peor que la media se produce por el “ruido” (interferencias que dificultan la comunicación a través de un canal) al convertir evidencias objetivas (lo que observamos) en estimaciones subjetivas (juicios y deliberaciones).

Con todo y para bien o para mal, parece que ya hemos cubierto los aspectos científicos de la afirmación de Bertrand Russel: “gran parte de las dificultades por las que atraviesa el mundo se deben a que los ignorantes están completamente seguros y los inteligentes llenos de dudas”.


1. Kruger, J. (1999). Lake Wobegon be gone! The «below-average effect» and the egocentric nature of comparative ability judgments. Journal of Personality and Social Psychology, 77(2), 221-32.

2. Moore, D. (2006). Not so above average after all: When people believe they are worse than average and its implications for theories of bias in social comparison. Organizational Behavior and Human Decision Processes, 102(1), 42-58.

3. Hilbert, M. (2012). Toward a synthesis of cognitive biases: How noisy information processing can bias human decision making. Psychological Bulletin, 138(2), 211-237.

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