La fresa es uno de los alimentos que encontraremos en los mercados hasta el inicio de verano. Es una fruta baja en calorías (32.24 Kcal/100g), por debajo incluso de otras frutas de verano como la sandía (28.4Kcal/100g). Su contenido en proteínas (0.81 Kcal/100g), grasas (0.4 Kcal/100g), y sodio (1.4Kcal/100g) es muy bajo. Sus nutrientes más destacados son los azúcares, con una cantidad moderada que apenas llega al 5% de su peso, la vitamina C (54.93mg/100g), los folatos (15.9µg/100g), el potasio (161mg/100g) y el hierro (0.46mg/100g).
El color de la fresa es debido a unos pigmentos vegetales conocidos como antocianinas, similares a los bioflavonoides, actúan como poderosos antioxidantes. La acción antioxidante de la fresa proviene principalmente de su alto contenido en vitamina C, en bioflavonoides, y de las propias antocianinas. Recordad que el efecto antioxidante es importante por su capacidad para neutralizar los radicales libres.
La composición de la fresa, así como su acción antioxidante y alcalinizante, la hacen especialmente indicada en los siguientes casos:
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Estreñimiento: debido a su alto contenido en fibra vegetal de tipo soluble y su gran valor diurético es una fruta que facilita el tránsito intestinal. Además, la fresa descongestiona la circulación venosa en el sistema portal, por lo que conviene en caso de hemorroides, ascitis y afecciones hepáticas como la hepatitis crónica y la cirrosis.
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Ácido úrico: la fresa es diurética, es decir, hace aumentar la producción de orina, y con ello, facilita la eliminación de ácido úrico con la orina, a causa de su efecto alcalinizante. Por ello, se recomienda en caso de gota y de artritis úrica.
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Arteriosclerosis: la fresa debido a su capacidad antioxidante, neutraliza el efecto de los radicales libres, constituyen un medio eficaz para evitar la arteriosclerosis (depósitos de colesterol en las paredes de las arterias, con posterior endurecimiento y estrechez). Además, a esto le hemos de sumar que la fresa carece de grasa y sodio, principales enemigos de la salud arterial, así como su riqueza en potasio, mineral que evita el aumento de la tensión arterial. Por todo ello, su consumo contribuye a prevenir todas estas patologías y a evitar su progresión.
Los dietistas-nutricionistas de Idou Psicología quisieran recordar a sus lectores que cuando recomendamos la introducción de ciertos alimentos en el caso de determinadas patologías, es importante no caer en el error de que únicamente consumiendo estos alimentos mejoraremos en dichas patologías. Lo fundamental es tener en cuenta la selección que realizamos en el global de nuestra alimentación. Y de ahí, tomar consciencia de forma individual, o con la ayuda de un dietista-nutricionista, de nuestro habitos alimentarios y empezar a alterarlos en caso de necesitarlo.
Comments
Tal cual 😛
tal cual, con azúcar y en cóctel! jajaja al rico daiquiri