Melón

Alimentos de Temporada: El Melón

Una forma idónea para saciar la sed de estos días tan calurosos es el incluir alimentos con alta proporción de agua, de ahí que hoy en nuestra sección de Alimentos de temporada hablemos del melón. El melón destaca principalmente por su alto contenido en agua (90%) y su escaso valor calórico (55kcal/100g), por lo que es un alimento ideal para incluir a nuestra dieta y mantenernos hidratados.

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Es una fruta que contiene una cantidad de 12,4 g de azúcar; apenas contiene grasa (0,1%), y las proteínas están presentes en la nada despreciable proporción del 0.9%. Pero, sobre todo, el melón, aporta junto con su agua, una buena cantidad de vitaminas y minerales. Destacan las vitaminas C (32.1mg/100g), B6 (0.06mg/100g), B1 (0.01mg/100g) y niacina (0.663 µg/100g), pero también contiene pequeñas cantidades de las restantes vitaminas (a excepción de la vitamina B12). En el caso de los minerales, destaca su riqueza en potasio (310mg/100g), hierro (0.35mg/100g) y magnesio (11.8mg/100g).

Así, el melón es una fruta muy hidratante, remineralizante, alcalinizante, diurética y laxante. Con todo, nuestra dietista-nutricionista de Idou Psicología remienda especialmente el melón para aquellas personas que padecen de:

  • Ácido úrico: el melón es una fruta diurética, es decir, hace aumentar la producción de orina y, con ello, facilita la eliminación de ácido úrico con la orina a causa de su efecto alcalinizante. Por ello, se recomienda en caso de gota y de artritis úrica.

  • Afecciones urinarias: el consumo de melón enriquece la sangre en sales minerales y en vitaminas, y facilita la labor depuradora de los riñones. Después de haber tomado melón, los riñones son capaces de eliminar con mayor eficacia las sustancias de desecho de la actividad metabólica. El agua del melón contribuye a ello, junto con sus minerales disueltos.

  • Conviene a todos aquellos que deseen favorecer la importante función renal, y especialmente los que padecen de:

    • Insuficiencia renal en su grado inicial, cuyos síntomas principales son la retención de líquidos y las micciones escasas o poco concentradas.

    • Cálculos renales y arenillas, en especial cuando son de tipo úrico. Gracias a su gran poder alcalinizante, el melón aumenta la solubilidad de las sales ácidas que forman los cálculos úricos, y facilita su disolución y eliminación.

    • Infecciones urinarias (pielonefritis y cistitis) ya que, pese a que el melón no es un antiséptico urinario, dada su acción alcalinizante puede frenar la proliferación de los gérmenes coliformes causantes de infecciones urinarias (escherichia coli y similares), los cuales precisan de un medio ácido para desarrollarse.

En conclusión, incorporar el melón a nuestra dieta, es adecuado por todo lo ya mentado y, porque no decirlo, ¡porque es especialmente hidratante, algo muy agradecido en esta época veraniega!

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