Profecía de la aceptación como una profecía autocumplida
La profecía de la aceptación, como muchos otros errores o sesgos cognitivos, se enmarca dentro de lo que Robert K. Merton llamó “profecías autocumplidas”1 : predicciones que son causa, por si solas, de que se hagan realidad.
La propia profecía de la aceptación nos servirá de ejemplo. La profecía de la aceptación implica que, cuando pensamos que le vamos a caer bien a alguien, nos comportamos de forma más cercana y cálida y, consecuentemente, terminamos por caerle mejor. Del mismo modo, si pensamos que a alguien no le vamos a caer bien, tendemos a comportarnos de forma más distante y fría, provocando que realmente no le caigamos bien. Por tanto, se trata de una profecía autocumplida en tanto en cuanto la aceptación de alguien hacia nosotros, depende de la predicción que hayamos hecho antes sobre esa aceptación.
La teoría es atractiva y lógica, sin embargo los psicólogos hemos tenido interés en probar la veracidad de ésta profecía de la aceptación. El Dr. Danu Anthony Stinson propuso un modelo en el que la calidez interpersonal que uno proyecta, predice cuan bien va a caerle a otras personas2 . Este modelo ha sido empíricamente demostrado y está asumido por los psicólogos; las personas se acercan más a otros que son genuinamente cálidos3.
Hablando por primera vez
Sin embargo, la primera parte de ésta profecía autocumplida ha sido mucho más controvertida: ¿anticipar la aceptación del otro incrementa o disminuye la calidez con la que nos relacionamos? Stinson se propuso responder a esta pregunta en una investigación en la que manipulaba las expectativas que tenían algunos sujetos respecto a personas con las que iban a hablar por primera vez.
[custom_frame_right] [/custom_frame_right]De un grupo de hombres, le dijo a la mitad que la mujer que iban a conocer en breve estaba nerviosa y preocupada sobre como iba a ser vista por ellos. Así, al saber que la mujer estaba nerviosa y se sentía insegura, los hombres se sintieron mejor en comparación. Esto provocó que los hombres estuvieran menos ansiosos, y tuvieran un mayor interés en mostrarse cálidos ya que, después de todo, la mujer estaba nerviosa porque tenía interés en ser aceptada. A la otra mitad de los hombres tan solo se les ofreció información demográfica sobre la mujer, nada que calmara sus miedos a ser rechazados. Esta manipulación creó dos grupos diferenciados, uno que esperaba más aceptación que el otro.
Los resultados mostraron que cuando el riesgo de ser rechazados era menor, los hombres actuaban de forma más próxima y cálida hacia la mujer con la que hablaban. Así mismo, esto llevo a las mujeres a sentirse más cómodas y a aceptar más a los hombres en éste grupo que no a los hombres en el otro grupo, aquellos que tenían más miedo al rechazo y, debido a esto, se mantuvieron más distantes.
Optimistas vs. pesimistas
Los resultados probaron que la profecía de la aceptación era cierta, y aquellos que esperaban ser aceptados actuaban de forma que facilitaban esa aceptación y viceversa. Sin embargo, hubo un subgrupo que no se vio influenciado por la manipulación destinada a modificar sus expectativas. Lo cierto es que este grupo ya esperaban ser aceptados. Éstos sujetos eran los optimistas sociales o, como mínimo, aquellos que tiene una alta concepción de si mismos (autoestima). Los optimistas sociales se encuentran siempre con la expectativa de ser aceptados y, por norma general y debido ésta predicción, acaban siendo aceptados.
Sin embargo, existe la condición opuesta: los pesimistas sociales. Estos sujetos se encuentran con la parte más oscura de las profecías autocumplidas, lo que Robert K. Merton llamó “reino del error”. La expectativa de ser rechazado lleva a actuar de forma más distante y defensiva y esto, a su vez, lleva al rechazo real. Ante esta situación el pesimista razona con el “ya me imaginaba que no iba a caerle bien” y el reino del error se instaura.
Así que ya sabéis, de acuerdo con la profecía de la aceptación, depende en gran medida de vosotros y vuestras expectativas que los primeros contactos sean positivos.
2. Stinson, D.A., Cameron, J.J., Wood, J.V., Gaucher, D. & Holmes, J.G. (2009). Deconstructing the “Reign of Error”: Interpersonal Warmth Explains the Self-Fulfilling Prophecy of Anticipated Acceptance. Personality and Social Psychology Bulletin, 35(9), 1165-1178. doi: 10.1177/0146167209338629
3. Ambady, N., Bernieri, F., & Richeson, J. (2000). Towards a Histology of Social Behavior: Judgmental Accuracy from Thin Slices of Behavior. Advances in Experimental Social Psychology, 32, 201-272.